Creo que con esta entrada inauguro una sección, Ayudas que no ayudan. Creo, ya veremos.

Pero esta sí que la escribo, ya que es para un carnaval de blogs que convoca la asociación Cuídame de Utrera, y tienes la convocatoria y su correspondiente explicación en su post, CARNAVAL BLOGUERO: Las donaciones de «leche artificial» en situaciones de emergencia.

Así que ahí voy.

 

Por qué no promover la donación de leche artificial.

Es importante dejar claro por qué no se debe promover la donación de leche artificial en estos casos, no es que seamos talibanas de la teta que hemos perdido el norte:

  • La leche materna es el mejor alimento posible para el bebé SIEMPRE. No es una opinión, es un hecho. Es el alimento diseñado específicamente para nuestros bebés, crías de la especie con el cerebro más desarrollado de todas. La leche de bote es leche de vaca a la que se le ha quitado unas cosas y se les ha añadido otras.
  • La lactancia materna no solo es mejor para el desarrollo del bebé, sino para la salud de la madre, a la que no dar teta le supone un incremento en el riesgo de padecer: hemorragia postparto, fractura de columna y de cadera tras la menopausea, cáncer de ovario, cáncer de útero, artritis reumatoide, enfermedad cardiovascular, hipertensión, ansiedad y depresión.
  • La leche materna es un alimento siempre disponible y adaptado a las necesidades del bebé. Salvo en caso de grave desnutrición materna, la lactancia asegura el correcto aporte de sustancias y líquidos para el bebé.
  • La leche artificial ha de prepararse con agua esterilizada, cosa que no abunda en situaciones de crisis. En guerras, catástrofes naturales, etc. el agua potable, no ya estéril, escasea muchísimo. Por no hablar del resto de condiciones de higiene.
  • En situación de carestía, el adulto que prepara la leche artificial puede tender a aguar el preparado para que dure más, por lo que ese bebé estará siendo infra-alimentado.
  • Cuando al bebé se le alimenta con leche artificial, el pecho deja de producir leche, por lo que la alimentación de ese bebé pasa a depender de la disponibilidad o no de ese producto. Y las ayudas humanitarias suelen ser algo puntual.

Pero todo esto lo explica muy bien mi querida Nohemí en su vídeo post para este carnaval, o en este texto del pediatra Carlos González reproducido en el blog de la Asociación Sina.

 

La leche artificial no ayuda.

Así pues, la leche artificial lo que consigue en estas situaciones no es ayudar a las familias:

  • En el corto plazo, las condiciones de higiene y disponibilidad de la leche afecta a la calidad de la alimentación del bebé.
  • En el medio plazo, la madre deja de producir leche por lo que, una vez que la ayuda se acaba, se queda con la necesidad de invertir dinero en leche y biberones.
  • En el largo plazo, esa madre ha sido desempoderada, ha pasado de poder alimentar a su hijo con su propio cuerpo a depender de un producto que le han dado y ahora necesita.
  • En el muy largo plazo, la evidencia científica demuestra cada día que los bebés alimentados con leche artificial no desarrollan todo su potencial físico, intelectual e inmunológico, por lo que a la larga, esas comunidades que han sido afectadas por los desastres o crisis se ven más afectadas.

La leche artificial ayuda tan poco que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud acerca de cómo alimentar a un bebé cuya madre pertenece al mínimo porcentaje de mujeres que realmente no pueden amamantar son, por este orden, leche materna extraída de la propia madre del lactante, leche materna de una nodriza sana o de un banco de leche humana, o un sucedáneo de la leche materna ofrecido en una taza, que es un método más seguro que el biberón y la tetina (OMS , UNICEF, Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño, punto 8).

 

Entonces, ¿por qué se dona leche artificial?

Pues a mí se me ocurren varios motivos.

Por un lado, a las marcas fabricantes de leche les interesa toda esa cantidad de familias que pasan a ser clientes y que probablemente no lo habrían sido si la donación no hubiera entrado en su vida.

Por otro lado, los bebés tienen muy buena prensa. «Viste mucho» ayudar a un bebé, y las fotos con la leche artificial donada transmiten ese (falso) mensaje: mira cómo ayudamos a los bebés. Y eso es buena publicidad.

 

Publicidad ilegal

 

Esa imagen afecta también a las familias que reciben la publicidad aunque no el producto: se trasmite la imagen de que la lactancia artificial es mejor ya que se dona para gente que está pasando dificultades.

Pero la realidad es que sería más útil emplear ese dinero en promover la lactancia materna, en alimentar a las madres (que en sociedades desfavorecidas son la base del sustento familiar) o en crear mejores condiciones, como instalando potabilizadoras o abriendo pozos.

Y el motivo de que regalar leche artificial genere mejor imagen que invertir en promover la lactancia materna es porque estamos inmersos en la cultura del biberón.

Una cultura que nos hace creer que

  • Con leche artificial se crían igual; y no, no lo hacen, no se trata de comparar un niño con otro, sino de cómo habría sido el desarrollo del niño con la otra leche.
  • Que la lactancia materna esclaviza; sólo hay que ver lo que lleva para pasar un día fuera de casa una madre de bibe y otra de teta.
  • Que con el biberón se implica al padre en la alimentación; como si no hubiera mil cosas que puede hacer el padre para implicarse en la crianza o tiempo para darle papillas, lentejas y bocadillos.

 

Concienciar sobre las ayudas mal entendidas.

Esa es la intención de este post y del carnaval. Por supuesto, no criticar a las familias que alimentan con biberón, aunque sí criticar la falta de información veraz sobre la lactancia materna y artificial en los entornos sanitarios.

Tampoco queremos criticar el hecho en sí, aunque el que lo publiciten incumple la ley, pero entendemos que, salvo la marca fabricante de la leche, el resto de los implicados desconocen la existencia de este real decreto.

Lo que queremos, como explica la Asociación Cuídame en su nota de prensa, tanto ellas como todos los blogs participantes en el carnaval, es concienciar sobre la realidad de estas prácticas que se ven como beneficiosas.

 

Sobre la foto.

Y no quería terminar el artículo sin llamar tu atención sobre las dos fotos que lo acompañan: frente a las mujeres con los botes de leche, la agente de la policía china que amamantó a bebés huérfanos o con madres afectadas tras el terremoto de Sichuán.

Otro motivo para fomentar la lactancia materna en épocas de crisis: mucho antes de que llegue la ayuda, ya está en el lugar.

 

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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