Se acercan las fechas navideñas.

Mi época favorita del año.

Excepto por algunas cosas que trae consigo: jaleo, multitudes apretujadas, gente apresurada y mucho ruido.

Cosas que, aunque por si solas son más o menos llevaderas, con bebés o niños suelen ser…muy difíciles de gestionar.

En mi país, Venezuela, ésta época suele ser incluso más caótica que en otras latitudes.  Y me atrevo a decir que en muchas zonas de algunos países de América Latina. Debido, sobre todo, a la deficiencia del transporte e infraestructura junto a la sobrepoblación en las principales ciudades. Consecuencias ambas de la centralización de los poderes o la economía.

Cuando empezamos a portear, suelen surgir muchas dudas sobre cómo hacer compatible el porteo con las aglomeraciones e inseguridad que se acentúa en éstas fechas de celebración. Por más que dispongamos de un excelente portabebés y nos convirtamos casi en «búnkeres» humanos (esta expresión me la he apuntado de una madre y colega porteadora).

Siempre es bueno comprobar si hay algunas pautas que podamos seguir y que nos faciliten las cosas.

Es por esto que hoy dedico este post especialmente a mis lectoras latinas (y a los lectores también).

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Porteo en la calle

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Cinco trucos para portear dentro del caos decembrino.

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  • Evita en lo posible las horas más complicadas para transitar. Suelen regirse por los horarios laborales (idas y regresos de empleados, horarios del colegio, apertura y cierre de comercios, etc.). Parece obvio pero muchas veces nos obstinamos en tratar de coger ese tren del metro que pasa a las 5 p.m. (por decir un ejemplo) para llegar a casa antes de que anochezca. Y muchas veces terminamos llegando a la misma hora que la persona que lo cogió a las 7 p.m., pero con el añadido de un peque probablemente cansado, estresado, hambriento, etc. sin contar nuestro agotamiento y mal humor. Si te preocupa llegar tarde a casa o que tus hijos se aburran esperando, no es mala idea dar alguna vuelta por un sitio despejado, o irse a tomar algo para distraerlos en la mesa con algún material de juegos que tengas en tu bolso. Si es un bebé, simplemente basta con buscar un sitio donde tú puedas descansar.
  • Si son inevitables las horas de mayor tránsito, procura usar el sistema de porteo que te procure más horas de resistencia y confort, en caso de que sea un bebé. Si es un niño que ya camina o sube y baja a cada rato, tal vez te resulte más práctico un ayudabrazos o algo fácil de poner/quitar/ajustar. Como un rebozo, una bandolera, un pouch, tonga o similares. En mi caso, cuando estoy sólo con el peque mayor (5 años) me llevo la mochila toddler, también muy práctica.
  • Si no te sientes seguro/a y cómodo/a porteando a la espalda, mi humilde consejo es que éstas fechas NO LAS ESCOJAS PARA PRACTICAR. O al menos no dentro de las multitudes o sitios de flujo apresurado de personas. Inténtalo mejor cuando tengas un poco más integrada la sensación de tener a tu peque en la espalda y el mismo niño se acostumbre a comunicarse efectivamente contigo en esa posición. Ésta recomendación es sobre todo si estás sola, o tienes más de un niño y transitas por zonas poco seguras, donde tienes que estar pendiente del peque, tus cosas y quién sabe qué mas, porque los empujones y los carteristas están a la orden del día. Por otro lado portear a la espalda es muy satisfactorio si estás en un centro comercial, ya que es una manera bastante efectiva y cómoda de tener a tu peque seguro para poder efectuar tus compras con tranquilidad. 
  • Si tu hijo/a tiene más de cierto tamaño y te dificulta la visión cuando porteas delante y aún no quieres/puedes portear a la espalda, privilegia el porteo a la cadera. Ganarás rango de visión y para el peque será muy divertido y estimulante. Ten especial cuidado con la piernita que queda a tu espalda, que está un poco más susceptible a los tropiezos de la gente.
  • Porteando en el trenProcura llevar en la parte superior ropa cómoda de fibras con «agarre». Parece una nadería, pero cobra especial importancia en momentos de ajetreos y puede incluso interferir con un óptimo ajuste de tu portabebés y por ende con tu comodidad y la seguridad del peque. Una vez yo llevaba una camiseta muy «navideña» de tela bastante resabaladiza. Varias veces se me desajustó el portabebés y en una oportunidad se me desencapsuló el asiento (era un bandolera de anillas) ante el impacto de un aluvión de gente al salir de un vagón de tren.

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Podría escribir muchas cosas más, pero estoy segura que cada familia podrá identificar y controlar situaciones de riesgo o incomodidad a la hora de circular con sus peques por estas fechas, pues el porteo se trata justo de eso: comunicación corporal e instinto a flor de piel.

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Nos vemos en un próximo post y mientras tanto les deseo

¡Felices próximas fiestas y sobre todo feliz porteo seguro! 😉

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(*) Bululú: (Venez) En este caso la palabra se refiere a las aglomeraciones de personas, sobre todo cuando son ruidosas y desordenadas.

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contacto

Elena López

Asesora,

consultora y

formadora de Porteo

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